11 feb 2015

~My Almost Girlfriend~ Capítulo 1

Quizá muchos de vosotros no se esperaban esto. Pero como ha habido gente que me lo ha pedido, y también me ha sorprendido que algunos esperen con muchas ganas esta historia, he decidido escribirla. Sed conscientes de que llegará en manga, pero de momento os dejo con esto, ya que no tengo tiempo ni medios para hacer el manga (especialmente porque el ordenador se me ha estropeado y no puedo poner tramas a mano). Espero que os guste este primer capítulo.

En primer lugar os aviso de que esta historia está dividida en Past Days, Present Days y Future Days, así que estad atentos de a dónde pertenece cada capítulo, para así no liaros. Esto lo decidí así para poder contar las cosas como a mí me parece que sean oportunas. Haré muchas referencias a la llamada del prólogo, y de hecho en más de una ocasión se repetirá la escena, así que atentos a eso.

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~Capítulo 1: El autor nuevo~

[Present Days]


Taiyou Takamura, de veinticinco años de edad, trabajaba como editor de literatura en la editorial RED Scarlett Books, presidida por su viejo amigo Shinji Tsukishiro.
Amante de los libros desde pequeño, se había empapado de la literatura como ningún otro, y a pesar que una persona así suele quedarse como profesor de investigación en las universidades, a él sólo le importaba tener a su disposición libros y más libros para poder leer y disfrutar del placer que le proporcionaba la lectura. Su obsesión era precisamente lo que lo había llevado a trabajar en la editorial de su amigo. Pero no se debe pensar que Taiyou sólo se sentía obsesionado con la literatura; en absoluto, puesto que su mente la mayor parte del tiempo estaba ocupada por los recuerdos de su amiga Momoka Hatori, de la que estaba profundamente enamorado desde que tenía cinco años de edad a pesar de que hacía ya siete años que no sabía nada de ella. Él nunca podría olvidarla. Debido a esto, Taiyou jamás había tenido novia, lo que acrecentaba que fuese el blanco de las burlas de sus compañeros, ya que el ser el novato en la compañía había supuesto desde primera hora ser el hazmerreír de todos ellos, y su carácter, poco simpático y susceptible, no ayudaba en absoluto, más bien al contrario, y llevaba a que a menudo sus compañeros le encasquetaran a él su trabajo, provocando que Taiyou montase numeritos en mitad de la compañía.
En ese momento Taiyou se encontraba de pie con los brazos cruzados frente a Shinji, el cual estaba sentado en su escritorio tranquilamente con los dedos entrelazados y la barbilla apoyada sobre ellos.
— ¿Y cuál es problema exactamente? —preguntó Shinji.
— ¡¿Cómo que cuál es el problema?! ¿Desde cuándo las novelas ligeras pueden considerarse realmente literatura? ¿Por qué tengo que encargarme de un autor nuevo que escribe novelas ligeras?
Shinji lo miró.
— Alguien tiene que hacerse cargo —Taiyou parecía querer gritar—. Aquí tienes los datos del autor; ponte en contacto con él.
— Ella —respondió Taiyou—. Esto sin duda alguna lo ha escrito una mujer.
— La única razón por la que estás tan molesto es porque trata de amigos de la infancia.
Taiyou cogió el manuscrito, malhumorado. Shinji había dado justo en el clavo.
— Ponte a trabajar —dijo antes de salir por la puerta.
— Sí, sí... —respondió su amigo, suspirando.
De camino a su escritorio, se cruzó con un compañero de departamento.
— Ah, Takamura-kun, ¿bajas a comer con nosotros?
— Ah, no, ahora mismo no puedo. Tengo que llamar a un autor por la fecha de entrega. Se está retrasando y necesito saber si es que tiene algún problema. Bajaré más tarde.
— Como quieras —respondió el otro encogiéndose de hombros—. Te esperamos abajo.
— Vale.
Taiyou se sentó frente al escritorio, cogió el teléfono y empezó a marcar números.
— Ah, sí, soy Taiyou Takamura, de la editorial RED Scarlett Books. ¿Se encuentra el señor...?

— Aquí tiene —respondió ella.
La peluquera que estaba en el mostrador cogió el dinero, y Momoka Hatori, de veinticinco años de edad, salió por la puerta medio corriendo.
«¡Mierda!» pensó «¡Hoy era cuando llegaba Hiroki! ¡Si me retraso un poco se enfadará conmigo! ¡Sobre todo si es por cortarme el pelo!». A pesar de su nerviosismo, Momoka se sentía feliz. Hacía mucho tiempo que no veía a Hiroki, y estaba feliz de que volviese. Bueno, en realidad, era mucho tiempo para ella, pero en realidad sólo hacía una semana desde que Hiroki se había ido de viaje de fin de curso. Momoka corrió con todas sus fuerzas, y se detuvo frente a un instituto. Jadeando, divisó a un muchacho de pelo castaño claro, bastante alto y de complexión atlética.
— ¡Hiroki! —gritó alegremente.
El chico se volvió hacia ella. Y le sonrió mientras corría a su encuentro.
— ¿Vamos a casa? —preguntó, y ella asintió.
— ¿Qué tal el viaje? —dijo ella mientras empezaban a andar.
— Bien, todo bien. ¿Momoka?
La muchacha estaba mirando a un grupo de señoras que cotilleaban mientras los miraban a ellos dos.
— ¿Habéis visto? —susurraba una de ellas.
— Es evidente que es un menor de edad. ¿No le da vergüenza a esa mujer?
— ¿Cuánto pueden llevarse de edad? ¿Diez años?
El chico, al ver la mueca amarga de su acompañante, suspiró y se acercó a las mujeres y dijo con una sonrisa para nada amable:
— Ya que les importa tanto cuántos años nos llevamos, les diré que nos llevamos ocho, señoras. ¿Cuántos se llevan ustedes con sus hijos? ¿Charlan de ustedes mismas por ir con sus hijos por las calles y las llaman pederastas, indecentes e incestuosas? —La sonrisa de Hiroki despareció—. Métanse en sus asuntos.
El chico había dejado a las mujeres completamente calladas.
— Ya no dirán nada más de lo que no sepan —informó el chico a Momoka.
Ella sonrió.
— Gracias.
— No hay de qué. —Hizo una pausa y empezó a mirarla mientras caminaban—. ¿Cómo tienes el brazo?
Ella evitó mirarlo y sus ojos se abrieron, sorprendida por la pregunta. Luego trató de disimularlo con una sonrisa.
— Bien, está bien.
Él desvió la mirada.
— Y has vuelto a cortarte el pelo.
— Ah, te has dado cuenta.
— ¿Te crees que soy estúpido? ¡Y después de todo lo que te hizo ese cenutrio, tú sigues enamorada de él! —exclamó, molesto.
— Eh, no insultes a Taiyou. Es un buen chico —contestó sonriendo.
— Eh, a ti nunca te dio clases particulares, ¿verdad? Ese tipo te lanzaba todo lo que tenía a mano si te distraías. —Ella empezó a reír—. Eh, no tiene gracia. —La chica seguía riendo—. Sigues enamorada de él, ¿verdad? —susurró con tristeza.
— Sí —respondió—. Veinte años de sentimientos no se olvidan de la noche a la mañana. Y más después de enterarme qué había pasado en realidad.
Hiroki suspiró.
— ¿Qué pasaría si volvieras a encontrarte con él? —preguntó.
— No lo sé —se detuvo y bajó la mirada—. Supongo que huiría... Con todas mis fuerzas. Quiero verlo, pero tampoco quiero enfrentarme a la realidad. Después de todo... él ya debe de tener novia... Si lo viera ahora, me sentiría muy mal. No quiero pensar que otra persona lo hace feliz...
Hiroki desvió la mirada.
— Oye, vamos a recoger tu vestido para la boda.
— Ah, sí, es verdad; llamaron para decirme que ya estaba.
— ¿Y qué vamos a cenar esta noche? ¿Lo sabes ya?
— Ah, pues...


Taiyou caminaba por la oficina malhumorado. De nuevo sus compañeros de departamento habían estado riéndose de él.
— «¿Nunca has tenido novia, Takamura-kun?», «¿Sigues siendo virgen?» —repetía—. ¡Idos ya al cuerno! ¡¿Qué sois?! ¡¿Críos de Secundaria?! ¡¿Marujas cotillas?! ¡Venga ya! —gritaba.
La gente de la oficina se le quedó mirando , pero eso no pareció importarle en absoluto al muchacho, quien se dejó caer con toda su rabia sobre la silla. En ese momento un chico que había entrado casi a la vez que él en la empresa, chocó contra el escritorio de Taiyou, haciendo caer uno de los manuscritos al suelo.
— Ah, lo siento —se disculpó, apresurándose a coger los papeles.
— No te preocupes —respondió Taiyou, agachándose también para coger las hojas.
El chico que había tirado el manuscrito detuvo su mirada sobre algo que había caído junto con los folios. Una fotografía.
— ¿Quién es? —preguntó.
Taiyou levantó la mirada para encontrarse con la foto justo frente a sus ojos. Sonrió tristemente.
— Es una vieja amiga de la infancia.
— Por cómo la miras no parece que sea sólo "una amiga de la infancia".
Taiyou lo miró y le quitó bruscamente la foto, avergonzado.
— Tienes razón —susurró.
— ¿Qué os pasó?
— Dejamos de tener contacto —fue lo único que dijo.
El muchacho no parecía muy conforme, pero se despidió con la cabeza y siguió con lo suyo. Taiyou se volvió hacia los datos de la autora de la novela ligera que Shinji había aprobado de manera poco convencional, y la cual le había sido asignada por puro egoísmo de Shinji.
— "Taiyou Hatori" —susurró—. Tiene que estar de broma...
Era demasiada mala suerte que encima esa autora se hubiera puesto ese pseudónimo. No, no era casualidad. Shinji se la había asignado precisamente por ese pseudónimo.
Suspiró y empezó a marcar el número de teléfono.
¿Diga? —Era una voz masculina sin duda, y para sorpresa de Taiyou.
— Ah, sí, llamo de la editorial RED Scarlett Books. ¿Podría hablar con Taiyou Hatori?
Soy yo —respondió.
El muchacho estaba sorprendido. Estaba seguro de que el tipo de escritura era femenina.
— ¿Usted es el autor de My Almost Girlfriend?
Así es.
Taiyou no podía creerlo, pero estaba fuera de lugar decirle al hombre del teléfono que debía ser una mujer quien escribió la novela.
— Ah, soy Taiyou Takamura, le he sido asignado como su editor.
Espere, ¿cómo dice que se llama?
— ¿Eh? —la pregunta lo pilló de improvisto—. Taiyou Takamura.
La persona al otro lado del teléfono calló. Y la incomodidad invadió a Taiyou, quien abrió la boca para hablar cuando fue interrumpido:
Quiero cambiar de editor.
— ¿Eh? Pero...
Quiero solicitar el cambio de editor. Ya le hablaré de mis razones. Pero aquí por teléfono no.
Y colgó. Taiyou se quedó perplejo, al principio, y después colgó el auricular de mala manera.
«¿Pero qué demonios?» pensó. «Yo ni siquiera quería ocuparme de esta novela» se dijo.
Se dejo caer sobre el escritorio. Cuando de repente vio algo.
— Esta dirección... —susurró.
Esa dirección la reconocería en cualquier sitio. Ahora sí que no era una casualidad que él fuese el editor, que Shinji insistiese tanto con esa novela, que pensara desde el principio que era una mujer quien había escrito esa novela, y el pseudónimo del autor. La novela había sido escrita por una mujer, y precisamente una a la que Taiyou conocía desde hacía mucho, mucho tiempo: Momoka Hatori. Pero... ¿Quién era el hombre que decía ser el autor?


~Fin del capítulo 1~

Spoiler del capítulo 2: Toca un capítulo de Past Days.

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