17 dic 2013

~SMILE: Yuki-chan's Life~ Capítulo 13 (Ver. 1)

Cumpleaños Feliz, Cumpleaños Feliz, Te deseamos todos (Sora-kun), Cumpleaños Feliz...
Vale, pues como sabéis, hoy es el cumpleaños de Sora-kun, y decidí subir un extra en su honor, pero como me di cuenta de que tocaba este capítulo, pues simplemente lo subí hoy con muchas complicaciones...
En fin, espero que os guste.

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~Capítulo 13: En trance~

Escuchó abrirse la puerta, y Sora se levantó de la cama y se asomó desde el umbral. Era Yuki. Hacía ya varios días que solía llegar tarde. El muchacho se volvió a su cama. La verdad es que no tenía muchas ganas de pensar en qué haría ella hasta tan tarde en casa de Rei. Se tumbó con la mirada perdida y se aferró fuerte a su sábana. No tenía ganas en absoluto de dormir con ella, sin embargo, sabía que terminaría haciéndolo.
No era capaz de alegrarse por su amigo ni por ella por más que lo intentase, y eso lo hacía sentir una mala persona. «Yo ya tengo a Minori-san» se decía. Yuki no entró en su habitación y tras un largo rato de espera, el muchacho se levantó y se dirigió al dormitorio de la chica. Abrió la puerta. Estaba sentada en la cama, completamente encogida abrazada a sus rodillas.
— Kobayashi-san —dijo al verlo.
— ¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué no te duermes?
Ella desvió la mirada. El muchacho se acercó a ella y se sentó a su lado.
— ¿No me lo puedes contar?
— Después de todo no puedo estar con Rei-san.
El chico se sorprendió.
— ¿Por qué?
Ella sonrió con tristeza.
— Por nada —fue su respuesta.
— ¿Ha pasado algo entre vosotros?
Ella volvió a sonreír de la misma manera.
— Que me ama.
— ¿Y eso es malo?
— El problema es que lo quiero con locura, pero yo no le amo. Me gusta muchísimo y es posible que llegue a enamorarme de él... Sin embargo... No estoy preparada para una relación y si llega a pedirme que salga con él y lo rechazo, seguramente piense que he estado jugando con él... —voz de Yuki tembló un poco.
Sora bajó la mirada, y susurrante, dijo:
— Mientras no le des tu virginidad y lo dejes después, no sentirá que hayas estado jugando con sus sentimientos.
Ella lo miró con rostro preocupado.
— Tiene malas experiencias con ello... —explicó el chico—. Yo... me voy a dormir....
Yuki lo agarró de la camiseta.
— ¿Puedo dormir contigo? —preguntó.
El chico la abrazó, la tumbó en la cama, y poniéndose sobre ella le dijo:
— Claro que sí.
Yuki se sonrojó. No se esperaba aquello, y la expresión que tenía Sora en aquel instante la sorprendió. Nunca lo había visto así. Sora se quitó de encima de ella, y se puso a su lado, abrazándola. Estaba tan sorprendida que no pudo evitar avergonzarse y se tapó la cara con la sábana, esperando que él no la hubiera visto.
Sora no podía evitarlo. Y aunque se sentía muy dolido, necesitaba estar con ella. No se trataba de deseo, ni de algo momentáneo. Era una necesidad. Como respirar... Necesitaba estar allí con ella. Al fin y al cabo, estaba demasiado enamorado.

Cuando Sora despertó Yuki ya se había levantado. Estaba en la cocina comiendo pan con mantequilla con cara de asco.
— ¿Por qué no me has despertado? —preguntó el muchacho—. Podría haberte hecho el desayuno.
— No, no te preocupes... —respondió ella.
Desde la noche anterior Yuki no quería mirar a la cara a Sora. Estaba sumergida en sus pensamientos, cuando de repente, se dio cuenta de él se había puesto delante de ella al nivel de su rostro y la miraba directamente a los ojos.
— ¿Qué te pasa? Parece que te ocurre algo.
Ella giró la cabeza, sonrojada y se levantó de la silla preparada para irse.
— ¡No me pasa nada! —exclamó exaltada.
— ¿Estás segura?
— ¡Segurísima! —respondió saliendo por la puerta veloz.
El chico se quedó perplejo ante su reacción.
— Aún es muy temprano para que vaya a la facultad. ¿Qué es lo que le pasa?

— ... Kobayashi. ¡Kobayashi!
— ¡Ah! —El muchacho se sobresaltó.
Estaba sentado en el pupitre de la facultad, completamente distraído, y su compañero de al lado lo llamaba. Se trataba de Yuuto Sano. Tenía el cabello claro y era de estatura media.
— Ya ha terminado la clase.
— Vaya... —dijo Sora.
— ¿Qué te ocurre? Estás en las nubes —dijo Sano—. Mmm. Ya sé. ¿Es que estás enamorado? —bromeó.
— ¿Qué? —respondió el chico sonrojado—. Eso es absurdo. Déjame en paz.
— Así que lo estás de verdad.
— ¡Cállate! —le gritó dirigiéndose a la puerta del aula.
— Escucha —dijo Sano—. Vamos a ir a tomar unas copas, ¿te vienes?
— No, gracias —respondió—. Yo no bebo.
— ¡Qué mala suerte...! —exclamó el otro—. En fin, otro día será.
Sano salió por la puerta del aula, mientras Sora se quedó pensativo. «Beber, ¿eh? Rei-san me dijo que probara a beber dos vasos de cerveza... Supongo que no pasará nada por probar». Así pues, al llegar a su apartamento, tomó dos vasos de la cerveza que Rei le había dado.

— ¡Adiós, Aiko-chan! —se despidió Yuki.
— ¡Adiós! —respondió Aiko con una sonrisa.
Yuki entró en el edificio y abrió la puerta del apartamento. Estaba todo completamente a oscuras. «¿Y Kobayashi-san?» pensó «De todas formas es mejor si no me lo encuentro hoy». Entró en la cocina a beber agua, y allí vio la botella de cerveza que Rei le había dado a Sora hacía unos días. «Le falta un poco... ¿Acaso ha estado Kobayashi-san bebiendo?». Justo al lado de la botella había un vaso con el que evidentemente había bebido Sora. De repente, sintió que alguien la abraza por detrás.
— Buenas noches, Honey-chan.
— Por tu voz diría que estás borracho —susurró ella.
— Muy borracho —admitió él.
— ¿No sabes que se debe comer antes de beber alcohol?
— Pues claro, soy médico.
— Aún no lo eres.
El chico rozó el cuello de Yuki con los labios, lo que hizo que se le erizara la piel.
— Kobayashi-san, ¿qué haces? —preguntó nerviosa.
— Ya basta de tanto "Kobayashi-san". Llámame por mi nombre, como cuando eras niña.
Yuki se sorprendió. «¿Qué?». Una imagen de un niño con la cabeza rapada mayor que ella se cruzó por su mente. «¿Tú eres ese niño? ¿Mi vecino...?». Sora se aferró más fuerte a ella.
— Sora-san —dijo—, me estás haciendo daño. Deberías aflojar un poco el a...
— Así me siento a salvo —interrumpió.
— ¿A salvo de qué?
El muchacho comenzó a llorar.
— Estoy cansado de tantos golpes y ocultar moratones en la espalda.
Yuki recordó las cicatrices de su espalda.
— ¿Quién te pega, Sora-san?
— ¡Ella no quería tener un varón!
Los brazos de Sora se estrecharon aun más, pegando más a Yuki contra él, pero sin dejar de llorar.
— Sólo tu sonrisa me hacía sentir mejor. Pero ahora me odias. ¿Por qué me odias?
Yuki bajó la mirada.
— No te odio, Sora-san.
— Sólo quiero sentirme querido. Ella no me quiso y Minori-san no me quiere. Y tú me desprecias.
«¿Minori-san no te quiere?» pensó ella. Se giró levemente hacia él. Lo que vio no le resultó agradable. Ese muchacho estaba realmente mal. Su rostro, lleno de lágrimas, y quizá algo sudado, con color en sus mejillas y levemente en su nariz.
— Tu opinión sobre mí es la más importante de todas para mí —susurró él en llanto.
De repente, cayó al suelo, arrastrando consigo a Yuki, que gritó. Ella se levantó y tirando de su brazo, le dijo:
— Vamos, tienes que levantarte. Yo no puedo contigo.
Sora se levantó, pero al hacerlo, cayó hacia delante, donde estaba Yuki. Por suerte, la encimera estaba justo detrás, lo que impidió que cayeran al suelo de nuevo. Él se enderezó un momento.
— Eh, ¿estás mejor? —preguntó ella.
El muchacho no le respondió, sino que la miró a los ojos, haciéndola enmudecer, y después de eso, la besó un momento, y luego apoyó la cabeza en su hombro.
— Para mí tú eres la única que importa —susurró.
Yuki, que estaba ruborizada y paralizada por completo en aquel momento, reaccionó segundos más tarde.
— Vamos, Sora-san, hay que ir a la cama.
Lo apoyó en ella, y con muchísima dificultad, logró llevarlo al dormitorio. Tras tumbarlo, el muchacho la miró con una expresión que a Yuki le retuvo el aliento. Se parecía muchísimo a la de la noche anterior, pero esta vez era ligeramente distinta. Era la expresión de un niño asustado, no de ningún adulto. Le apartó el flequillo del rostro con la mano, acariciándole después la mejilla, observándolo con atención. Él colocó su mano sobre la de ella, y con mirada somnolienta, le suplicó:
— No me dejes solo, por favor.
Ella negó con la cabeza.
— No lo haré.
Y tras ello, le besó la mejilla al mismo tiempo que él caía dormido. Siguió observándolo atentamente. «No me había fijado que era tan lindo» pensó. Y acto seguido se cruzó por su mente una idea que la hizo sonrojar. «¡No! ¡Yuki! ¿En qué estás pensando? ¡A ti te gusta Rei-san! ¡Y además es un chico con novia!» se decía. «Pero él lo hizo...» pensó «¡Pero estaba ebrio, y no cuenta!». Yuki seguía sonrojada y discutiendo consigo misma. «Al menos, te he encontrado, Sora-san», pensó. Aún ruborizada, le besó la mejilla nuevamente y se tumbó a su lado, asegurándose a la mañana siguiente de despertarse e irse antes que él.

Sora le extendió a Rei una bolsa con la botella de cerveza dentro.
— Te la devuelvo. No volveré a tomar más alcohol en la vida.
— ¿Qué ha pasado? —preguntó Rei.
— Ayer bebí... ¡Y no sé qué hice, pero Yuki-chan no quiere mirarme a la cara! Se pasa el día huyendo de mí... —El muchacho giró el rostro.
— No te la di para que estropearas tu relación con ella. Perdóname, fue una mala idea.
— No te preocupes, sé que no tenías malas intenciones.
— Sólo te la di porque sabía que te emborracharías, y así quizá le confesarías algo... —susurró el de los treinta años.
Sora lo miró sorprendido.
— ¿¡Qué habré confesado!? —dijo llevándose las manos a la cabeza—. No quiero pensar que le haya dicho lo que siento.
— Quizá no haya sido eso lo que la haya hecho huir...
— Entonces tiene que ser algo que hice... Lo que es peor.
Sora salió por la puerta y Rei suspiró pensativo. ¿La relación de esos dos había empeorado por su culpa?


~Fin del capítulo 13~


Spoiler del capítulo 14: No hay spoilers.



Luna: Bueno, este capítulo me ha llevado más tiempo porque he estado distraída. Pero cumplí, todavía es 17 de diciembre (cuando se publicó, y fue justo a tiempo) (risas)

2 comentarios:

  1. aaahhhh!! Sin llegar a dudas este capítulo me ha encantado!! ^o^
    Sora-kun borracho.... es mejor de lo que me lo había imaginado....

    Él colocó su mano sobre la de ella, y con mirada somnolienta, le suplicó:
    - No me dejes solo, por favor.
    Ella negó con la cabeza.
    - No lo haré.
    Y tras ello, le besó la mejilla al mismo tiempo que él caía dormido. Siguió observándolo atentamente. "No me había fijado que era tan lindo"

    Esta parte me ha emocionado, aunque hay muchas mas, pero no pondré todo el capítulo en un comentario xD

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  2. Anónimo12/20/2013

    NOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!! Me duele admitirlo pero cada dia tengo mas dudas sobre con quien deberia estar Yuki chan!!!!! Mi fidelidad es de Rei san pero no se como le ia a Yuki chan a este paso...Me encanto este cap y Sora kun aun mas....Te felicito!!!!

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