23 nov 2013

~SMILE: Yuki-chan's Life~ Capítulo 8 (Ver. 1)

Después de haber estado vagueando unas horas, he terminado este capítulo que tanto tiempo (en realidad no tanto) lleváis esperando. El próximo no sé cuando lo podré subir, pero lo haré en cuanto pueda, os lo prometo. Bueno, fans de Sora, espero que os guste el capítulo (sobre todo tú, Lara) (risas)




~Capítulo 8: El destino me ataca~

— ¿Qué diablos haces aquí? —dijo Yuki.
Estaba en la puerta de su instituto y frente a ella estaba Sora.
— Pues verás... —dijo él.

[Unas horas antes]

Sora corría de un lado para otro cogiendo cosas y guardándolas en su maleta de la Universidad frente a los ojos de Vivi, que seguía medio dormida.
¡Llego tarde! —gritó de repente.
Terminó de arreglarse y justo cuando terminó de ponerse los zapatos, su móvil empezó a sonar. Lo cogió con dificultad.
¿Rei-sensei?
— ¡Necesito que me hagas un favor! —gritó Rei al otro lado del teléfono. Parecía agitado.
No puedo, tengo que ir ahora mismo a la facultad.
— ¡Por un día que no vayas no pasará nada!
Eso dices tú...
— ¡En cualquier caso necesito que vayas a recoger a Yuki-chan al instituto! ¡No la vayas a dejar sola en ningún momento!

[Presente]

— ... y eso fue lo que ocurrió —explicó Sora.
Yuki se quedó anonadada. ¿Y por qué razón tenía que ir con él precisamente? Agradecía lo que hizo la noche anterior por ella, pero seguía sin agradarle. Y más aun, se avergonzaba de todo lo que había dicho y hecho. Aún se sonrojaba y se sentía extraña al recordar aquel beso en la mejilla que el muchacho le había dado muy cerca de la comisura de los labios. Claro que tampoco podía olvidar lo que había pasado con Rei, lo cual había estado ocupando su mente por completo durante todo el día hasta que había llegado el muchacho. A pesar de que un beso en la mejilla no era nada comparado con lo otro, había quedado muy impresionada por ello, y el sólo ver a Sora de nuevo le hacía recordar. Y no sólo había pasado un beso, sino que también lo había abrazado y había ido subida en su espalda, lo que era aun peor.
— Me voy a casa —dijo ella, molesta, cambiando de dirección.
Sora se puso delante de ella.
— Rei-sensei se enfadará conmigo si no hago lo que me ha dicho.
— Pues buena suerte —dijo ella esquivándolo de nuevo.
Sora la cogió de un brazo.
— Te vienes conmigo.
La chica comenzó a quejarse, pero no había forma de que él la soltara. Prácticamente la había secuestrado e irónicamente nadie se había extrañado de que un muchacho vestido de negro se la llevase.

Yuki estaba en una cafetería sentada frente a Sora. Parecía muy enfadada.
— Asakura-san, por favor perdóname. Si no lo hago Rei-sensei se enfadará conmigo. Y tú no lo has visto enfadado.
— No —respondió tajante.
— Asakura-sa~n, perdóname~ —empezó Sora otra vez.
Ella giró la cara.
— No me apartes la mirada —dijo él mirándola fijamente.
La chica continuó sin mirarle y él se levantó y puso sus manos sobre sus mejillas intentando girarle la cara hacia él. Ella se oponía y comenzaron a discutir silenciosamente de forma que llamaban la atención del resto de la gente que estaba en la cafetería.

Yuki iba a regañadientes junto a Sora, que iba riendo.
— Quiero ir a mi casa.
— ¿Por qué?
— Quiero cambiarme de ropa.
— ¿Por qué? Estás muy guapa con tu uniforme.
Yuki lo fulminó con la mirada.
— Tú no serás de esos que tienen fetiches raros con la ropa, ¿verdad? —preguntó ella enfadada.
— ¿Pero qué dices? —él estaba completamente sorprendido.
— Ah, entonces los tienes.
— ¡Te digo que no!
— Si lo niegas de forma tan ferviente haces pensar que sí.
— ¡Que te calles!
Yuki había hecho sonrojar por completo al muchacho, que ahora evitaba mirarla. Entonces él se dio cuenta de algo.
— Llevas el mismo jersey de ayer bajo la camisa, ¿y no tienes calor? —dijo él separándole el cuello del jersey de su cuello con un dedo. Yuki se separó deprisa, completamente sonrojada, tapándose el cuello de nuevo, y tratando de evitar que viese lo que había en su piel. Sin embargo era tarde. Sora ya lo había visto. La fulminó con la mirada.
— ¿Qué se supone que hicisteis Rei-sensei y tú anoche?
— ¡N-nada!
— Mentirosa —respondió él—. Los chupetones no se hacen solos.
La joven quería que la tierra se la tragase. Estaba completamente avergonzada. Se tapó la cara intentando evitar que el muchacho viese el sonrojo de sus mejillas. Él se agachó un poco, poniendo su cara al mismo nivel que la de ella.
— ¿De verdad que no hicisteis nada? —preguntó.
— Bueno... —respondió ella—. Me besó... y luego me hizo esto en el cuello y en la clavícula...
El muchacho empezaba a sentirse celoso, y estaba un poco molesto. Él fue el que le dijo a Rei que durmiese con ella, pero no le pidió que hiciera todo eso. «Ahora comprendo por qué me pidió que la mantuviese alejada de él hoy» pensó.
— ¿Sora-kun? —dijo alguien detrás de él.
El muchacho se volvió hacia ella.
— Sayuri-san —respondió.
Yuki la miró y la reconoció al instante. Era la chica rubia con la que Rei había ido hablar el día que la ayudó Sora cuando se cayó en la calle. Era un poco más alta que Yuki, y llevaba lentillas azules. Tenía una bolsa de ropa en la mano.
— ¿Qué haces por aquí? —preguntó ella.
— Pues no lo sé, para ser sincero.
— ¿No lo sabes? Yo he ido a comprar ropa y ahora regreso a mi casa. —De repente reparó en Yuki—. ¿Esa no es la chica que se llevó Rei-chan en brazos aquel día?
«¿Rei-chan?» repitió la chica en su cabeza, algo molesta.
— Emm... sí es ella —respondió Sora—. Es Yuki Asakura-san.
— Yo soy Sayuri Matsumoto, encantada de conocerte —dijo ella sonriendo.
— Igualmente —respondió.
— Espero que podamos ser amigas —dijo ella—. En fin, ¡me voy!
Sayuri siguió por su camino mientras se despedía con su mano. Yuki miró a su acompañante.
— ¿Es tu amiga?
— Sí.
— ¿Y de Rei-san?
— También.
— ¿Eres bipolar?
— ¿Pero de qué hablas? —el pobre Sora estaba confundido.
— Cambias de humor muy rápido.
— No soy bipolar —respondió él—. Asakura-san...
Ella se giró hacia él, y acto seguido recibió un beso en los labios por parte de Sora. El muchacho se separó de ella en seguida, tapándose la boca completamente sonrojado, haciendo la chica lo mismo.
— ¿A qué ha venido eso? —dijo ella nerviosa.
— ¡L-lo siento! —gritó el chico—. ¡Ahí no era! ¡Era en la mejilla! ¡En la mejilla! ¡Es porque te giraste que te lo di ahí sin querer!
Sora salió corriendo aún colorado. Ella se quedó un momento paralizada con su cara completamente ruborizada, y cuando lo vio marcharse le lanzó la maleta del instituto con todas sus fuerzas mientras decía:
— ¿Ahora es mi culpa?
La mochila lo golpeó en la espalda, haciéndolo caer. La chica corrió hacia él para recoger su maleta y a disculparse. Sin embargo, justo al llegar, se encontró de frente con un muchacho de cabello negro algo largo y gafas cuadradas. Iba vestido con camisa y vaqueros y en la mano llevaba una maleta pequeña. Sus miradas se cruzaron y se miraron sorprendidos.
— ¿Yuki-san?
— Senpai... —respondió ella.
Sora se giró hacia Yuki, también sorprendido.
— ¿Lo conoces? —le preguntó en voz baja.
Ella asintió.
— Él fue mi primer amor. Daisuke Sato—susurró.


~Fin del capítulo 8~


Spoiler del capítulo 9: Yuki se vuelve a reunir con su senpai, el cual es ahora estudiante universitario.



Luna: Bueno, comentarios, please (risas)

2 comentarios:

  1. Ese beso me lo he leído bastantes veces!! Y lo que ha hecho Yuki-chan... jajajajaja me ha encantado!! *w*
    Sora-kun... me encanta!! (siempre lo digo, pero es la verdad) xD

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