~SMILE: Yuki-chan's Life~ Capítulo 5 (Ver. 1)

¿Qué tal os está pareciendo? No os olvidéis marcar "me gusta" o "no me gusta" y votar en la encuesta, por no hablar de los comentarios. Os dejo ya con el quinto capítulo de la historia.



~Capítulo 5: La primera sonrisa~

— ¿Q-qué diablos? —dijo Sora en voz baja observando a los dormidos Rei y Yuki.

Había entrado gracias a una llave que le había dado el hombre hace tiempo, y al no responder cuando llamaba a la puerta, había decidido usarla. Pero se arrepintió de haberlo hecho. Al llegar al dormitorio, vio algo que pensó que no debería haber visto. Tanto Yuki como Rei estaban dormidos, pero él estaba completamente abrazado a la muchacha. Dormía fuera del futón donde estaba ella, pero igualmente estaban totalmente pegados. El joven se acercó lentamente, con miedo de despertar a la chica, y con tímida voz, llamó a Rei a la vez que lo movía un poco.

— Rei-sensei, Rei-sensei.

Rei se despertó, y al ver el rostro dormido de Yuki tan cerca de él y darse cuenta de que la estaba abrazando muy fuerte, quitó su brazo y se alejó rápidamente, completamente avergonzado. Sora lo miraba de reojo, y parecía molesto.

— No sabía que vuestra relación era tan cercana.

— ¡Y no lo es! —respondió Rei.

— ¿Entonces la has atacado mientras dormía?

— ¡Por supuesto que no!

Sora lo miró fijamente.

— ¿Me das tu palabra de que no ha pasado nada? —preguntó.

— ¡Claro!

Yuki empezó a hacer sonidos como si se estuviese despertando y ambos hombres salieron disparados de la habitación, puesto que seguramente ella pensaría cosas que no eran al verlos a los dos allí. Tras ello, la joven efectivamente se despertó, y sintiendo calor sobre la manta, tocó el tatami que estaba justo al lado del futón, que también estaba caliente. «Por eso pude dormir» pensó «Rei-san me estuvo abrazando toda la noche». Se levantó y tras medio peinarse y colocarse las horquillas en su sitio, caminó casi como si saltara hacia la sala de estar, donde se encontró con Rei y Sora sentados en el tatami, que parecían discutir algo en voz baja. Ambos se giraron hacia ella, un tanto incómodos. Ella los miró confusa sin saber qué pasaba y se sentó a la mesa, frente a Sora.

— ¿Qué hay de desayunar, Rei-san? —preguntó ella.

— Arg, espera, ya voy a prepararlo —respondió él, levantándose y yendo a la cocina.

— ¿Aún no lo has hecho?

— Acabo de levantarme, yo tampoco he desayunado.

Yuki se giró hacia Sora, quien la miraba casi embobado.

— ¿Qué pasa? —dijo ella molesta, haciéndolo notar en su voz.

— ¿Eh? —el chico parecía salir de un trance.

— ¿Acaso no me estabas mirando?

— ¿Yo? En absoluto.

— Mentiroso.

— ¡Quiero pruebas de ello! —dijo Sora golpeando la mesa.

— Sora-kun, agradecería que no dieras golpes —dijo Rei asomándose desde la cocina.

El muchacho se giró y puso la televisión. Estaba en un canal de anime.

— ¡Eso es injusto! —gritó Yuki mirando el anime.

— ¿El qué? —preguntó Sora sin saber a qué se refería.

— ¡Eso! —respondió señalando la pantalla—. ¡Que te arrebaten tu primer beso por la cara!

— ¿Por qué dices eso? —preguntó él, curioso.

— A mí me arrebataron mi primer beso —respondió mostrando su irritación en la voz—. Él medía poco más de 190 centímetros, tenía el pelo castaño claro, tres pelos por barba, y ni siquiera se afeitaba...

Por un momento a Rei se le pusieron los pelos de punta, pensando que se refería a él con respecto a lo que hizo el día anterior, pero pensó que debía estar equivocado, pues no había forma de que Yuki lo supiera.

— ¡Su nombre era Rei...

Mientras oía esto, el hombre salió corriendo hacia la sala de estar dejando la comida en el fuego, aun cuando la chica no había terminado de hablar.

— ...ji Nakamura! —terminó de decir ella cuando Rei ya había llegado a la habitación, completamente nervioso—. ¡Juro que lo mataré! ¡Dadme un paraguas, veréis qué rápido acabo!

Rei dio un largo suspiro de alivio. «No hablaba de mí» pensó «Así que ya la habían besado antes».

— Rei-sensei, se te quemará la comida —le dijo Sora.

Rei salió corriendo hacia la cocina mientras susurraba: «¡Hostias, la comida!». Al cabo de unos minutos llegó con su desayuno y el de Yuki.

— Así que —empezó a hablar—, ¿cuantos años tenías?

— ¿Cuando Reiji-kun me besó?

Él asintió a la vez que se metía comida en la boca.

— Catorce. ¿Cuántos tenías tú cuando tu primer beso?

— ¿Yo? Creo que tenía quince.

— ¿Crees?

— Ya no me acuerdo —respondió con notable incomodidad.

— ¿Y tú, Kobayashi-san? —preguntó Yuki girándose hacia él.

— ¿Hum? —Sora parecía no saber de qué hablaba.

— Tu primer beso, ¿cuándo fue?

Sora comenzó a reírse de forma irónica mientras giraba la cara.

— ¿Eso quiere decir que no te han besado? —dijo Rei—. ¿Pero tú no tenías novia? ¿Es que nunca la has besado?

Yuki se sorprendió y girándose primero hacia Rei y luego hacia Sora, dijo:

— ¿Tú tienes novia, Kobayashi-san?

Él no respondió nada, y la pregunta se quedó en el aire.

— ¿Adónde vamos? —preguntó Yuki.

— A ver al resto del grupo —respondió Rei con una sonrisa.

Ella frunció el ceño.

— Sora-kun me ha dicho que quieren volver a reunirse para dibujar en marzo, así que vamos a verlos.

— ¿Pero no eran clases?

— No, para nada —dijo él riendo—. Nos reunimos para dibujar. Yo sólo le enseño a dibujar a Sora-kun, que es el único que no sabe.

— ¿De verdad? —Yuki se giró hacia Sora, que caminaba a su lado y lo miró divertida, como riéndose de él—. ¿De verdad eres el único que no sabe dibujar? —Sora giró la cara, un poco molesto—. Hoy estás muy callado en comparación con ayer.

El chico no dijo nada. Minutos después llegaron a algo parecido a un mirador, donde había un grupo de personas charlando. No eran demasiadas. Serían unas diez como mucho. Entre ellas destacaba una chica vestida lolita princesa que se giró hacia ellos cuando llegaron y sonrió.

— ¡Sora-kun! —exclamó a la vez que iba a abrazarlo.

— ¡Sara-chan! —dijo él correspondiendo al abrazo sonriendo.

Yuki tiró de la manga de Rei.

— ¿Esta chica es la novia de Kobayashi-san? —preguntó en voz baja.

— No, no, para nada —respondió Rei riéndose—. Sara tiene sólo catorce años. Dudo que Sora-kun la vea como algo más que su amiga. Su novia se llama Minori.

— Am...

«Tienen nombres parecidos» pensó Yuki, y se quedó callada un momento. Miraba a Sora. Seguía sin gustarle, sin embargo no había nada de malo en él. Era un chico sonriente, quizá un poco raro, pero no era malo. Se le veía completamente dedicado a sus amigos. Trataba muy bien a Sara, le gastaba bromas y ella se reía con él. Por mucho que le recordase al vecino que le tiraba del pelo de pequeña era poco probable que le cayera mal por eso, puesto que ella no había odiado nunca en absoluto a ese niño, más bien todo lo contrario. Debía haber alguna otra razón.

— Ahora vengo, Yuki-chan... Tengo que hablar con alguien —le dijo Rei.

La joven asintió, y el hombre comenzó a caminar hacia una chica rubia que no parecía mucho mayor que Sora. Parecía estar muy serio, y ella puso cara de fastidio. Yuki agachó la cabeza pensativa y volvió a mirar a Sora. Lo observaba queriendo averiguar qué era lo que había en él que la repeliera.

De repente una imagen aterradora cruzó su mente y comenzaron a temblarle las piernas y sus ojos se pusieron llorosos. «Visten igual» se dijo a sí misma «Lleva la misma ropa que esa persona». Las piernas de la muchacha fallaron y cayó al suelo sentada.

— ¡Asakura-san! —exclamó Sora, quien la había visto caerse, corriendo hacia ella—. ¿Estás bien? ¿Estás mareada? ¿Necesitas ayuda?

Yuki lo miró a los ojos un poco llorosa, sin saber qué responder. No reaccionaba apenas, su mente estaba completamente llena de imágenes dolorosas relacionadas con Tanaka. Finalmente pudo responder y aliviar el rostro preocupado del muchacho que estaba frente a ella.

— E-estoy bien —dijo.

— ¿Necesitas ayuda para levantarte?

— No, estoy bien, de verdad.

Sin embargo, aún le temblaban las piernas. Sora la ayudó a levantarse y la apoyó en él mientras esperaba que se recuperase.

— A ver, mírame —le dijo.

Yuki-chan lo miró a los ojos, aún un poco nerviosa, mientras él le miraba las pupilas.

— No, parece que no ha sido un mareo —susurró él.

Rei no tardó en regresar con Yuki, preocupado al haber oído gritar a Sora el nombre de la chica y haber visto cómo la ayudaba a levantarse. Apoyó a la joven en él y acabó cogiéndola en brazos, para vergüenza de ella y sorpresa de los demás.

— La llevaré a su casa —dijo.

Sora asintió con ojos tristes y apartó la mirada. Rei se giró hacia el lado contrario y empezó a caminar.

Al cabo de los pocos minutos, Yuki, completamente avergonzada y sonrojada, comenzó a patalear, pidiendo que la soltase. El hombre, sin poder sujetarla más debido a lo complicado que se lo estaba poniendo, decidió bajarla en suelo. La chica ya se tenía en pie.

— ¡No vuelvas a hacer eso! —gritó ella. Aún estaba roja.

— Lo siento, lo siento, sólo pensé que debía ayudarte —se disculpó él.

— ¡Hay otras maneras de ayudar!

— Bueno, no me regañes más —dijo él, molesto—. Oye, Yuki-chan...

— ¿Hum?

— ¿Qué pensarías de un hombre que se ha enamorado de alguien doce años más joven que él? —preguntó en voz baja, avergonzado.

Yuki sonrió.

— Pues pienso que debería compensar a esa persona durmiendo con ella —respondió sin dejar de sonreír.

Rei estaba sorprendido.

— ¿¡Qué significa eso!? ¡Y además has sonreído! —gritó él entre confuso y avergonzado.

— ¿Yo? ¿Sonriendo? Deben ser imaginaciones tuyas —respondió ella mientras empezada a correr. Comenzó a reír también.

— ¡No mientas, y ven aquí! —gritó el hombre que comenzó a correr detrás de ella, completamente sonrojado y avergonzado.

Por primera vez en mucho tiempo, Yuki sonrió y rió a plena carcajada. Rei estaba aliviando su triste corazón.

~Fin del Capítulo 5~

Spoiler del capítulo 6: Llega el día de San Valentín.



Luna: Bueno, ¿os ha gustado este capítulo? ¿Os ha parecido largo? Ya sé que he tardado en subirlo, pero es que estoy con exámenes y con trabajos de la Universidad (no sabéis lo que cuestan traducir algunos textos de Cicerón). El próximo no sé cuándo podré subirlo, sinceramente, pero espero que sea pronto. Y disculpad la cantidad de diálogo. Si notáis que la historia va perdiendo, me lo decís para tratar de mejorar eso.