23 oct 2013

~SMILE: Yuki-chan's Life~ Capítulo 2 (Ver. 1)

Bueno, ya está aquí el capítulo 2 de esta historia. Perdonadme, porque es un capítulo con mucho diálogo. Pasará algo fuerte, pero no os asustéis por Yuki, ya que tiene al bueno de Rei para apoyarla, protegerla y animarla. Sin entretenerme más os dejo con el capítulo.








Resumen del Capítulo 1: Yuki-chan conoce a Rei Himura, un hombre amable, y, aunque al principio ella no quería, ambos se van a comer a una cafetería donde se conocen un poco. Tras ello Yuki-chan es acompañada por Rei-san hasta su casa. Tras despedirse, Yuki-chan encuentra una carta amenazadora en el buzón.



~Capítulo 2: Yo te protejo~

Yuki acababa de llegar del instituto. Entró corriendo en su casa sin saludar a su familia siquiera, y su madre le llamó la atención por ello, pero ella pareció no escucharla. Se metió a duchar deprisa. Hacía un par de semanas que conocía a Rei, y desde entonces había salido con él a diario. Parecía ser la única persona con la que se encontraba a gusto. Se arregló rápidamente y salió de su casa antes de que le diera tiempo a su madre para decirle algo. Yuki corría. Se sentía feliz de haber conocido a ese hombre aunque no lo demostrase en su rostro. Rei la esperaba apoyado en una farola mientras miraba su móvil. Sonrió al verla mientras guardaba el móvil en el bolsillo de su abrigo.
— ¿Llevas mucho tiempo esperando?
Él negó con la cabeza.
— Acabo de salir del trabajo. ¿Nos vamos?
La joven asintió con la cabeza y comenzaron a caminar. Mientras avanzaban él la miró de reojo unas cuantas veces hasta que dijo:
— ¿No te sientes a gusto conmigo, Yuki-chan?
Yuki lo miró sorprendida.
— ¿Eh?
— Nunca sonríes —dijo él—. Parece que vinieras obligada por mí.
La muchacha negó la cabeza rápidamente.
— En absoluto, Rei-san. Me gusta estar contigo.
— Quizá sea cosa mía, pero creo que jamás me has sonreído.
Ella agachó la cabeza.
— No me gusta sonreír...
El hombre la miró de reojo. Se pararon frente a la cafetería en la que entraron el día que se conocieron.
— ¿Entramos?
Yuki asintió con la cabeza.

Rei comía un pastel cuando Yuki comenzó hablar:
— Dentro de menos de un mes es San Valentín...
— Ajá, ¿qué pasa con eso?
— ¿Podría darte chocolate?
Rei, que en ese momento estaba a punto de tragar un trozo de pastel, se atragantó y comenzó a toser. Se limpió la boca con una servilleta y dijo:
— A ver, Yuki-chan, espera un momento. ¿Cuánto nos llevamos?
— Doce años.
— Así es. ¿No crees que sería raro que me dieras chocolate en San Valentín? ¿No deberías dárselo a alguien más de tu edad?
— Eres el único amigo que tengo en estos momentos —murmuró ella muy bajo, y aun así él lo oyó.
— Está bien, entonces iré pensando qué regalarte por el Día Blanco.
— ¡Eso no es necesario!
— Claro que lo es —interrumpió él—. Tú me vas a dar chocolate, tendré que darte algo. Además es una excusa perfecta para regalarte algo. En otras situaciones no me lo aceptarías.
La joven agachó la cabeza y asintió.
— Oye, Rei-san... —murmuró.
— ¿Hum?
— ¿Por qué no tienes novia?
Él volvió a atragantarse.

Ya habían salido de la cafetería e iban caminando mientras hablaban entusiasmadamente. De repente Rei se detuvo.
— ¿Qué ocurre? —preguntó ella.
— Espera un momento aquí, voy a coger una cosa de mi apartamento.
— ¡Espera! ¡No me dejes sola...!
— Sólo es un momento, espérame —la interrumpió Rei corriendo hacia el bloque de apartamentos situado enfrente.
Yuki se resignó y se quedó esperando abajo. Miró a su alrededor con gesto de preocupación esperando que Rei no tardase mucho.

Rei entró corriendo en su apartamento, y comenzó a buscar dentro de un armario.
— ¿Dónde los he puesto?
Ya estaba metido casi por completo dentro del armario, con un montón de cajas fuera y alcanzó a coger una del fondo. «Como ordené esto ayer, he sido capaz de guardarlos aquí sin querer» pensó. Sacó la caja y la abrió. Encima de varias prendas de ropa bien dobladas había unos pequeños guantes de lana. «Aquí están». Sonrió y guardó rápido las cajas dentro del armario. Las puertas no cerraban bien, pero no quiso hacer esperar más a Yuki y las dejó tal cual. Bajó las escaleras corriendo, saltándose algunos escalones. Pero al llegar abajo no vio a la joven por ningún lado. Comenzó a llamarla esperando recibir respuesta.
— Aquí estoy... —escuchó con voz temblorosa.
Yuki salía de un callejón situado justo al lado del edificio. Se sujetaba una muñeca y tenía marcas de haber llorado en la cara, por no hablar de la enorme marca en forma de mano situada alrededor de su boca. Rei la miró entre asombro y terror.
— ¿Qué te ha pasado?
— Nada, no te preocupes —respondió ella. Aún le temblaba la voz.
— ¿Eso es sangre? —preguntó él señalando el brazo que la chica se agarraba. Parecía comenzar a enfadarse.
— No... —susurró.
— ¿¡Te crees que soy idiota!? —gritó Rei. Avanzó hacia ella y la cogió de la mano—. Vamos al hospital ahora mismo.
— ¡No! ¡Es sólo un arañazo! ¡Sólo tengo que limpiar la sangre! —exclamó Yuki tirando de su brazo intentando soltarse de la mano de Rei.
— Entonces vamos a mi casa —susurró él en voz baja.
Ella lo miró con los ojos aún llorosos. Dejó de tirar de su brazo y, cogida de la mano del hombre, entraron dentro del apartamento. Rei no tenía muchas cosas allí. Yuki se quitó los zapatos y se sentó en el tatami mientras él regresaba con un botiquín. Le desinfectó la herida y se la vendó.
— Ahora cuéntame qué te ha pasado —dijo muy serio.
Yuki levantó la mirada.
— ¿Quién te ha hecho eso? —preguntó él.
Ella volvió a bajar la cabeza y apartó la mirada.
— ¿Me das un tiempo para contártelo? No me gusta hablar de esto.
Aun teniendo dudas de hacerlo o no, Rei simplemente la abrazó.
— Esperaré a que estés lista para hacerlo. Sólo te pido que confíes en mí.
Yuki, un poco sorprendida y triste, correspondió al abrazo y asintió con la cabeza.
— Sé que es precipitado, pero ¿te gustaría quedarte a dormir aquí? —se aventuró a preguntar él.
Ella se sorprendió.
— Mis padres me matarían si lo supieran. Pero no quiero volver a casa. Además no puedo volver con la ropa manchada de sangre. ¿Podría lavarla?
— ¿Y qué te pondrías mientras? —A Rei no parecía hacerle gracia la idea de lavar la ropa de la joven.
— Préstame una camiseta.

Rei se tapaba la cara con una mano en señal de preocupación mientras se apoyaba con la otra en la lavadora en la cual estaba lavando la ropa de Yuki. Sólo era el abrigo, la camiseta y las medias, que se habían llenado de sangre, pero aun así pensaba que lo que estaba haciendo no era adecuado, además de lo impulsivo que había sido pedirle que se quedara a dormir en su casa. Yuki se acercó tímidamente a él. Llevaba puesto una camiseta de Rei y los pantalones cortos que había llevado toda la tarde.
— Ya llamé a casa. Dije que estoy en casa de Kaori-chan, y como mañana no hay clases, no se sorprendieron. Luego llamé a Kaori-chan para que me cubriese —dijo con voz suave.
— ¿Kaori-chan es una amiga?
— Lo era... —respondió ella—. Me traicionó... como todos... —susurró.
Él la miró compasivo y la abrazó una vez más, esta vez sin dudar un momento si hacerlo o no.
— Te prometo que yo no lo haré —le susurró al oído.
No hablaron mucho el resto del día. Cenaron los dos juntos, y a la hora de dormir, Rei sacó un futón del mismo armario en el que había estado buscando antes.
— ¿Dónde vas a dormir tú? —preguntó Yuki.
— Sólo tengo un futón, así que supongo que en el tatami —respondió él, y sospechando lo que ella iba a decir, se adelantó:— Y no vayas a decir que tú vas a dormir en el suelo, porque no lo vas a hacer.
Después de discutir un poco sobre eso, la chica se acostó en el futón a regañadientes. Rei, para sorpresa de ella, se sentó a su lado y le cogió la mano.
— Apuesto que tendrás pesadillas con lo que ha pasado hoy, así que duérmete, que yo no me iré de aquí en toda la noche. Yo te protejo. —Fue la excusa que puso para hacerlo.
La joven no tardó en quedarse dormida. Estaba muy cansada y se sentía tranquila teniéndolo a él a su lado.

La mañana llegó. Rei se despertó. Estaba sentado junto a la pequeña Yuki sujetando su mano. El hombre se inclinó hacia delante y besó la mejilla de la dormida muchacha. Después se preparó para ir a trabajar.

Cuando Yuki se despertó, Rei ya se había ido a trabajar. Le dejó una nota diciéndole que el desayuno y el almuerzo los tenía en la nevera y que la ropa ya estaba lavada y seca. Yuki se puso su ropa y comió la comida que el hombre le había preparado, y mientras esperaba que él llegase del trabajo para que la acompañase a su casa, se puso a ver la televisión. Rei no tardó mucho.
— ¿Me has estado esperando para volver a casa? —preguntó él con una sonrisa al llegar.
Ella asintió. Después de estar un rato hablando se pusieron en marcha en dirección a la casa de la joven.

Sora Kobayashi tenía veintiún años. Era alto, con el cabello negro y ojos pardos. Había ido a comprar al supermercado de 24 horas unas cosas que le hacían falta para la cena.
— ¿Lo llevo todo? —se preguntó a sí mismo en voz alta justo antes de salir por la puerta.
Abrió la bolsa e hizo recuento de lo que necesitaba. Al ver que sí estaba todo cerró la bolsa, y al levantar la mirada vio a un hombre mucho más alto que él y una chica muy bajita con el cabello cortado como un chico recogiéndose el flequillo con dos horquillas hacia un lado. Se quedó paralizado con los ojos completamente abiertos mirando a la chica, y cuando pasaron de largo del supermercado, Sora salió corriendo al exterior y se quedó mirando a las dos personas que caminaban.
— No puede ser... ¿Ésa es... Yuki-chan?


~Fin del Capítulo 2~

Spoiler del capítulo 3: Ha aparecido un amigo de Rei-san que parece tener interés en Yuki-chan, pero ella no quiere tener nada que ver con él. Para su suerte o su desgracia, Yuki-chan deberá acostumbrarse a él.



Luna: Bueno, ¿os ha gustado este capítulo? ¿Os ha parecido largo? Espero que os esté gustando esta historia tanto como a mí escribirla. Pronto se darán más detalles sobre la persona que acosa a Yuki-chan y quién es Sora-kun (risas)

3 comentarios:

  1. Anónimo10/24/2013

    Pobre Yuki siento pena por ella!!!! T_T Alquien la esta acosando!!!!!! QUIEN??????? XD

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  2. No sé, siento que Rei-san... e_e Me da emociones contradictorias respecto a él xD
    Y Sora... tengo curiosidad *Oh! I'm curious, yeah~ xD*

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  3. Insistó...Es Batman, la crisis de los 40 le afecto XD

    Bueno Yuki me da pena su situación, "Como ella hay miles de mujeres que sufren maltratos a diario". La neta espero que Rei no la traicione :,c

    P.D: Ahora a conocer a Sora XD

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Tus comentarios ayudan a mejorar las historias y se agradecen mucho :)