24 abr 2014

~SMILE: Yuki-chan's Life~ Capítulo 16 (Ver. 1)

Me vais a perdonar por haber tardado tanto en escribir el capítulo. Voy a tratar de subir al menos un capítulo al mes, así que esperad los próximos capítulos sobre finales de mes. En cualquier caso, aquí lo tenéis ya, aunque dividido en dos para que no se haga pesado. Está escrito de forma diferente y espero que no os perdáis con tanto flashback. El capítulo 17 estará muy pronto.

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~Capítulo 16: ¿Sufrir por una mujer? (Parte 1) ~

Rei estaba tirado en el suelo con un tomo de manga sobre la cara. Al abrir los ojos apartó con cuidado el librito y se enderezó. Se había quedado dormido. Estiró los músculos pesadamente y luego se levantó. Ese día Yuki no había ido, pero de todas formas él no le había dicho que libraba. Necesitaba pensar sobre su comportamiento con ella. El amor lo estaba consumiendo y volviendo loco; pero no era la primera vez...

[Hace 15 años en noviembre]

Un Rei de quince años vestido de uniforme escolar estaba sentado en su pupitre mirando por la ventana que estaba al otro extremo de la clase. Estaba embobado, sin decir ni pensar nada. Un golpe en la mesa lo hizo salir de su trance.
¡Himura! ¡Escucha cuando te hablo! —exclamó el profesor ya enfadado.
Rei se levantó rápidamente, como un acto reflejo.
¡Sí, señor! —respondió.
Tu examen.
El chico cogió él papel, seguido de un gemido de amargura.
Estudia más, Himura —le dijo.
Ya lo hago —murmuró.
El timbre acabó por sonar antes de que se diera cuenta. Arrugó el papel en el que aparecía un enorme treinta siete en la zona superior, y metiéndoselo en el bolsillo, cogió su maleta y salió por la puerta. Cuando ya estaba en el pasillo escuchó:
¡Rei-kun! ¡Espérame!
Al volverse vio que era una chica de estatura media, castaña de cabello liso hasta la cintura y ojos color avellana. Era de su clase, y tenía por nombre Mika Amamiya. Rei se le había declarado semanas antes, y desde entonces no habían vuelto a hablar. El hecho de que fuese precisamente ella la que le hablase y no al contrario, lo hacía sentirse nervioso. Además lo había llamado por su nombre y no por el apellido, por lo que hacía que todo fuese mucho más confuso y se le acelerase más el corazón. Mika se acercó a él sonriendo.
No te he visto durante el recreo —le reprochó—. ¿Dónde estabas?
¿Eh? —atinó a decir, confuso ante el interés de la chica—. Ah, no. Es sólo que prefiero quedarme en un lugar tranquilo durante los recreos.
¿Tú solo?
Sí, bueno...
«Para leer manga no necesito estar con nadie más» pensó él.
¿Por qué no vienes a mi casa? —preguntó ella.
¿A tu casa? No, creo que debería volver a la mía —contestó el muchacho negando con la cabeza mientras fruncía el ceño.
Por favor. Quiero enseñarte algo —insistía Mika.
¿Por qué?
Todo le parecía extraño. Mika y él no solían hablar mucho, y sin embargo, ahí estaba ella pidiéndole que fuera a su casa y llamándolo por su primer nombre. ¿Quizá ella correspondía sus sentimientos? Un leve sonrojo encendió sus mejillas de manera casi imperceptible ante aquella idea.
Está bien. Iré —dijo él sonriente.
Una amplia sonrisa apareció en la cara de la chica que lo agarró del brazo y casi arrastrándolo hacia la salida.


[Hace 15 años en noviembre - Fin]


Rei sacó un paquete de tabaco de un bolsillo de una chaqueta, se metió un cigarrillo en la boca y se asomó a la ventana mientras fumaba. No solía hacerlo, pero cuando estaba tenso, tendía a fumar. Recordar aquello de su adolescencia lo hacía enfurecer. Su ingenuidad le había traicionado.

[Hace 15 años en noviembre (Parte 2)]

Rei estaba sentado en un sillón en casa de Mika esperando a que ella regresara de la cocina. La chica volvió con dos tazas de té y le ofreció una al chico.
Me sabe mal que te tomes tantas molestias por mí, Amamiya-san.
No es nada. Al fin y al cabo he sido yo quien te ha invitado.
¿Qué es lo que querías enseñarme?
Mika soltó la taza a un lado y se levantó cogiéndole levemente el brazo con una dulce sonrisa en el rostro.
Ven conmigo, Rei-kun —le dijo.
Rei sonrió también y la siguió agarrado de su mano. Después de subir unas escaleras, se percató de adónde iban: a su cuarto. El chico le soltó la mano.
Espera. No estoy seguro de si quiero entrar ahí —dijo él, nervioso.
¿Por qué? —preguntó ella algo sorprendida.
«O es muy inocente o realmente se fía de mí» pensó él.
Simplemente prefiero no entrar. Es más... debería irme... Un placer, Amamiya-san —dijo bajando las escaleras.
No te vayas. Al menos, no todavía. Antes deja que enseñe lo que quería mostrarte.
Él dudó. Finalmente asintió con la cabeza y entró con ella en la habitación. No quiso entrar demasiado y se quedó cerca de la puerta mientras Mika buscaba algo en un cajón.
¡Aquí está! —dijo ella avanzando hacia él alegremente.
Al ver el tomo que le mostraba su compañera, no pudo evitar quitárselo de las manos para verlo más de cerca. Era un tomo descatalogado que había estado buscando durante mucho tiempo.
¡Wah! ¿Cómo lo has conseguido? Es más: ¿cómo sabías que lo estaba buscando?
Te escuché decirlo en clase, y mi hermano lo iba a tirar. Es tuyo, un regalo.
¡Muchas gracias! —dijo él entusiasmado.
Y antes de se diera cuenta, Mika ya había posado sus labios sobre los de él, con mucha dificultad debido a la gran estatura de Rei. Dejó caer el tomo polvoriento al suelo. Era la primera vez que besaba a alguien. La apartó de él amablemente.
Em, lo siento. Debería irme ya, muchas gracias por todo —dijo él sonrojado.
Ella lo agarró.
No te vayas, aún no —le pidió la chica.
Él la miró ruborizado y volvió a besarla con timidez. Ella correspondió. Y tras varios besos después, Rei acabó por perder la virginidad ese día.

[Hace 15 años en noviembre (Parte 2) -Fin]

Rei pegó una gran calada al cigarrillo, y al ver que ni el tabaco lo aliviaba, se puso la chaqueta y salió a dar un paseo para que le diese el aire.

[Hace 15 años en febrero]

Rei se arrepentía de haber hecho lo que había hecho con Mika, puesto que desde ese día, la chica no volvió a dirigirle la palabra y hacía como si nada hubiera pasado. Y de alguna forma la veía feliz hablando con sus amigas a diferencia de él.
Se sentó en el suelo en un lugar apartado de la escuela apoyando la espalda en un muro mientras leía su revista de manga habitual. De repente le pareció oír la voz de Mika diciendo algo. Se asomó y la vio hablando con un chico del mismo curso, pero de otro grupo. Suspiró y sintió cómo aquello empezaba a escocer en su corazón.

[Hace 15 años en febrero - Fin]

El treintañero andaba a paso ligero pero cansado por la calle. No deseaba recordar nada que tuviera que ver con aquello, pero no podía olvidar lo traicionado que se sintió después de todo. De repente escuchó una voz femenina gritar. Era sin duda una voz conocida, pero no conseguía ubicarla. Al asomarse al callejón del que provenía el grito, vio a una chica con evidentes moratones en el rostro y el cabello de color rojizo y un chico poco más alto que ella que forcejeaban.
— ¡He dicho que no pienso volver! —gritaba ella intentando zafarse de él.
— ¡Pues él quiere que vuelvas! ¡No vaya a ser que hagas algo inapropiado! —decía él intentando agarrarla.
— ¡Él es el criminal, no yo!
El chico sacó un cúter del bolsillo.
— No me obligues a hacerlo —dijo el chico.
Ella gritó fuertemente, aterrada.
— ¡Eh!¡Déjala en paz! —dijo Rei corriendo hacia él.
El chico soltó el cúter al ver al hombre de treinta años mal afeitado y desarreglado, pero en buena forma y de gran estatura, que corría hacia él. Salió corriendo en otra dirección, dejando sola a la chica con Rei. Ella se derrumbó y cayó al suelo con lágrimas en los ojos.
— ¿Estás bien, Yagami-san? Ese era tu nombre, ¿no?
Ella suspiró y asintió, aún medio llorando.
— Le debo esta, Himura-san.
— Estás llena de sangre. Vamos, ven conmigo —le dijo él tendiéndole la mano.
— ¿Adónde? —preguntó ella levantándose con su ayuda.
— A mi casa.

[Hace 14 años en septiembre]

Rei estaba jugando al baloncesto alegremente con algunos de sus compañeros. Le había costado llegar a la nota mínima para que le dejasen poder participar en el club de baloncesto. No era el mejor, pero tampoco se le daba tan mal. Cada vez que encestaba su equipo, soltaba un grito de satisfacción a coro con sus compañeros. De pronto a lo lejos, algo lo distrajo y le quitaron el balón.
Un momento, chicos —dijo él alejándose de la pista.
Corrió a un punto al otro lado de la valla, donde estaba lo que había llamado su atención.
Amamiya-san, ¿qué haces aquí? —preguntó él.
Quería ver cómo estabas —dijo ella sonriendo.
Él apartó la mirada.
¿Qué es lo que pasa aquí? Hace meses que no me haces ni caso, ¿y ahora quieres saber cómo estoy?
¿Es malo? —preguntó ella.
En absoluto.
¿Entonces por qué estás así?
Él evitó responder.
He roto con Takumi.
Ah, ¿sí? Pues lo lamento mucho. Con tu permiso me vuelvo a la pista.
Ella le sujetó la muñeca.
A lo que me refiero es que nunca olvidé lo que hicimos.
Seguro que con Takumi lo hiciste mucho más. Bueno, me marcho ya.
¡Precisamente! Contigo lo sentí mejor.
¡Fue la primera vez que lo hice! ¿Cómo ibas a sentirlo mejor? En fin, ahora sí que me voy.
Rei-kun, te quiero —empezó ella. Otra vez usando su primer nombre y además diciéndole que lo quiere. El chico se detuvo sin poder tratar de ignorar una vez más sus sentimientos por ella—. Por favor, ven a verme esta tarde a mi casa. Ya sabes donde está.
Y se fue.
El muchacho se quedó pensativo, lo que le hizo no poder jugar bien después.

Al final, Rei acabó yendo a la casa de Mika, donde enseguida volvió a caer a merced de la chica como en noviembre del año anterior.

[Hace 14 años en septiembre - Fin]


~Fin del capítulo 16~


Spoiler del capítulo 17: Continuación de la vida de Rei-san.



Luna: En fin, sólo espero que os haya gustado el capítulo, y sobre todo espero que os acabe impactando aunque sólo sea un poco.

1 comentario:

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